EXCLUSIVA-Merino de Perú presionará por pago de bonos adeudados...
LIMA (Reuters)
- Beatriz Merino, posiblemente la figura pública más respetada en Perú, asumió
un nuevo papel como representante de los tristemente célebres bonos agrarios en
el país andino y quiere que el Gobierno finalmente pague miles de millones de
dólares en antiguas deudas.
Merino dijo el martes que es hora de que el
ejecutivo ponga fin a una controversia de 40 años y se haga cargo de una
responsabilidad estimada en entre 1.000 millones a 3.000 millones de dólares, o
cerca de un 2 por ciento del Producto Interno Bruto, pagando los bonos emitidos
a personas cuyas tierras fueron expropiadas para redistribuirlas.
Abogada y la primera mujer que ejerció el cargo
de primera ministra en Perú, Merino tiene un importante peso político y es una
figura inusual en el país andino, debido a que es bien considerada por la
izquierda y la derecha en un país polarizado.
Considerada por muchos como capaz e íntegra, era
vista como la posible jefa de gabinete del presidente Ollanta Humala antes de
que él asumiera el cargo en julio.
Merino -una ex legisladora que ha liderado a la
agencia de impuestos del país, la asociación de fondos de pensiones y fue la
Defensora del Pueblo- dijo que los gobiernos anteriores han creado una
"infracción constitucional" al ignorar un fallo del 2001 del Tribunal
Constitucional que ordenó al Ejecutivo pagar los bonos derivados de una reforma
agraria.
El Congreso hizo lo mismo el año pasado. Cada uno
de los últimos cuatro presidentes intentó periódicamente abordar el tema, pero
evitaron pagar la deuda.
"Ningún Estado puede estar en capacidad de
exigir el cumplimiento de las leyes si ellos mismos no las cumplen",
afirmó.
"Ningún Estado puede estar en capacidad de
exigir (el respeto) de los fallos de los tribunales si ellos mismos no los
cumplen", agregó.
La Defensoría del Pueblo del Perú, que está a
cargo de asegurarse que el Estado respete los derechos humanos, también ha
instado a los gobiernos a pagar los bonos de tierras desde comienzos de la
década del 2000. Eso fue antes de que Merino, quien ha sido mencionada como
posible candidata a la presidencia, se hiciera cargo de la agencia.
"Eso es algo que ya no debe seguir y que no
puede seguir", declaró Merino.
"Yo creo que el Perú hoy día tiene una
economía respetable, aspira a ser un país del primer mundo y eso trae consigo
responsabilidades. Y una de estas responsabilidades es honrar las deudas",
aseveró.
"PERSONALIDAD CONGACENTRICA"
En lo que se convirtió en uno de los capítulos
más amargos en la historia peruana, los bonos agrícolas fueron emitidos en la
década de 1970, durante un caótico programa de redistribución de tierras
iniciado por el régimen izquierdista del general Juan Velasco, quien buscaba
expropiar las extensas granjas de los ricos y entregarlas a los campesinos.
Muchos granjeros de clase media también perdieron
sus tierras debido al programa, que hizo caer la producción agrícola del país
debido a que 5.000 haciendas fueron expropiadas entre 1969 y 1981.
La producción agrícola se desplomó después de la
redistribución, que tomó las tierras de los hacendados aristócratas y de clase
media por igual y las entregó a los trabajadores y los pobres.
Cientos de casos han sido presentados ante los
tribunales a través de los años para exigir un pago y pocos de ellos han recibido
fallos en favor de los tenedores de bonos que demandaron al ministerio de
Agricultura. Otros casos podrían permanecer en las cortes durante años.
Pero la amplia mayoría de los tenedores de bonos
nunca se ha molestado en presentar un reclamo. Algunos han vendido sus bonos
con enormes descuentos en el mercado secundario informal. Sitios de internet en
Perú publicitan la venta de bonos agrarios.
Los acreedores incluyen a grupos que representan
a miles de familias que perdieron sus granjas, como el Banco de Crédito del
Perú, el más grande del país, y el fondo de inversiones Gramercy.
Aunque Perú ha conseguido una calificación de
inversión en los últimos años gracias al crecimiento de su economía, aún es
acosado por sus fantasmas fiscales: los bonos agrarios, un fondo de retiro para
los militares, un fondo similar para los pescadores y un programa de viviendas
que fracasó.
Ese programa o fondo inmobiliario, conocido como
Fonavi, está actualmente en proceso de pago.
Merino dijo que si Humala -quien ha escogido a
tecnócratas cercanos al mercado en puestos económicos clave- va a pagar los
bonos, eso podría calmar las preocupaciones de los inversores sobre la
fortaleza de las instituciones de Perú.
"Yo creo que haría bien este Gobierno en dar
una señal pública nacional e internacional de que el cumplimiento de los
mandatos de los tribunales es una orden moral, legal y constitucional para este
Gobierno", refirió.
Para evitar presiones sobre el presupuesto, los
acreedores dicen que el Gobierno debería realizar un cambio que permita a los
propietarios de los bonos agrarios cambiar sus papeles ilíquidos por nuevos
bonos de deuda soberana con una madurez a largo plazo. El cambio sumaría una
cantidad marginal a la carga de deuda del país.
Los acreedores dicen que la agencia de impuestos
del país está mejor equipada para realizar el cambio y verificar la
autenticidad de los viejos bonos que posee la gente.
Algunos acreedores han propuesto donar un 10 por
ciento de los pagos a una fundación que entregue becas para la educación
superior a niños pobres y que financie proyectos de desarrollo en zonas rurales
de Perú.
Cuando se le preguntó al ministro de Economía y
Finanzas Luis Miguel Castilla si él pagaría los bonos, el funcionario dijo en
febrero que en ese momento el tema no estaba en lo más alto de la agenda, pero
sostuvo que se deben honrar todos los pasivos y sus responsabilidades.
Merino afirmó que pagar los Bonos de la Reforma
Agraria podría brindar un contrapunto a las preocupaciones sobre un gigantesco
proyecto en el país llamado Conga.
La comunidad de negocios del país está cada vez
más preocupada por la oposición de la comunidad a los planes mineros pueda
hundir el proyecto de oro de la estadounidense Newmont Mining con una inversión
de 4.800 millones de dólares.
"Creo efectivamente que el país está en las
últimas semanas manifestando una personalidad congacéntrica, como si todo
estuviera ligado a un solo proyecto, y eso no es así (...)Decenas de proyectos
avanzan con estabilidad, armonía y éxito", sostuvo.
Conga es el mayor proyecto propuesto en la
historia de la minería en Perú.
"Entonces, yo creo que no es bueno tampoco
dar señales internacionales en el sentido que el destino de un país depende
únicamente de un solo tema (como Conga)", agregó.
Por Terry Wade