lunes, 22 de diciembre de 2008

Queremos que nos paguen con acciones del estado Peruano en azucareras...



“Estamos conversando con posibles socios, incluyendo al Grupo Brescia”

Edwin Oviedo, presidente del Grupo Oviedo

El Grupo Oviedo, originario del Cusco, busca expandir sus negocios azucareros en el norte –con las aún agobiadas agroindustriales Pomalca y Tumán– y de supermercados –con Mega– en el sur del país. Entretanto, ha lanzado nuevos proyectos y podría sorprender con alguna próxima alianza.

¿Cómo entra el Grupo Oviedo al negocio azucarero?
En los más de 20 años que llevamos comercializando azúcar, pudimos ver cómo Paramonga, Laredo, Cartavio y San Jacinto fueron privatizándose. Fue así como en el 2000 pensamos en Casa Grande pero llegamos tarde. En el 2001 nos enteramos de que el Grupo Huancaruna quería vender su participación en Pomalca. Queríamos comprarles sólo la mitad y hacer una sociedad, pero ellos nos dijeron que era todo o nada. Le compramos su paquete de 15.5% y el resto lo fuimos adquiriendo en bolsa. En Tumán también había un grupo que estaba por vender 10.8% y decidimos comprárselo.

¿Cuáles son sus participaciones accionarias actuales?
En el caso de Tumán, los trabajadores tienen más del 54% y nosotros el 22%. En Pomalca poseemos el 22%, pero por delegación representamos el 33%. Para asegurar el control hemos hecho un buen equipo en los directorios, cuyos miembros ven los resultados y saben que estamos invirtiendo y asumiendo el riesgo.

¿Tienen solucionada la situación laboral en ambas azucareras?
Cuando llegamos a Pomalca conversamos con el sindicato y quedamos en pagar puntualmente medio sueldo. Asumimos la carga laboral y les aseguramos estabilidad a los trabajadores. A cambio, les pedimos que trabajen ocho horas. Ahora les pagamos el 100%, pues la facturación nos lo permite. El grupo ahora sólo invierte en el campo y ya no en planillas.

Pero tienen una de las mayores planillas entre las azucareras…
Tenemos más de 3,000 trabajadores, cuando lo óptimo sería 1,800. Por ello, debemos reducir esa cantidad mediante jubilaciones legales e incentivos. Podríamos ser más eficientes sacando 1,000 ó 1,500 trabajadores más, pero el aspecto social es muy delicado. Aun así, en cinco años esperamos jubilar a 1,000 adicionales a los 600 que ya dejaron la empresa.

¿En qué estado están los problemas de las deudas de Tumán con el grupo y con la Sunat?
Tumán le debe al grupo cerca de US$10 millones. No hemos decidido aún si los capitalizaremos, pero queremos oxigenar la empresa. Por otro lado, ya no tenemos el control judicial, pues logramos inscribir el directorio elegido en el 2006.

En el caso de la Sunat había un requerimiento para capitalizar adeudos por US$75 millones, cuando la empresa decía que eran US$35 millones. El Tribunal Fiscal dijo finalmente que eran US$55 millones. Pero si se capitaliza demasiado se generará un problema, pues se licuará a los otros accionistas. Debido a gastos en un colegio y a un pago extra a los jubilados de Tumán aprobado previamente, tenemos S/.4.5 millones de gasto adicional al año que impide resolver los problemas financieros de la empresa.

¿Cómo quedará el grupo cuando se concrete la venta de acciones del Estado en Pomalca?

Nos estamos poniendo al día con los estados financieros del 2007, los cuales deben estar listos en diciembre para que ProInversión pueda valorizar las acciones del Estado. Ya estamos listos para participar en el proceso de venta de estas acciones. Si no ganamos, tenemos la opción de comprarles sus acciones a los trabajadores. Aunque no llegaríamos al 51%, la compra sí nos dejaría con una buena participación.

Entretanto, estamos conversando con algunos posibles socios, incluyendo al Grupo Brescia. Con ellos hay un avance, pero no se ha definido nada. Si hiciéramos una sociedad, sería solamente en Pomalca.

ProInversión los ha acusado de no ser transparentes y amenazó con pedir los estados financieros por vía judicial…

Había descontento en los trabajadores, pues no querían vender la empresa con estados financieros desfasados. La empresa tuvo su mayor crecimiento en el 2007, año en el cual nuestras inversiones empezaron a dar frutos. La desesperación de ProInversión de querer vender con las cifras del 2006 iba a causar un conflicto social, pero afortunadamente ya entendieron esto. La venta de las acciones podría ser en febrero próximo, pero todo depende de ProInversión.

¿De qué manera han distribuido los US$37 millones que invirtieron en Pomalca?

Destinamos un 70% a los campos y hemos hecho mejoras en las maquinarias. En los campos debemos llegar al promedio de productividad del sector en dos años como máximo. Primero lo lograremos con Pomalca, y Tumán llegará después. En una siguiente etapa queremos adquirir más maquinaria, pero Pomalca no tiene acceso a crédito bancario.

¿Y cómo financiaron entonces esos capitales?
Como grupo hemos pedido apoyo a la banca hipotecando algunos activos, y así pudimos apalancar las inversiones.

¿No hay utilidades aún en Pomalca?
La empresa comenzará a tenerlas en tres a cinco años como máximo, momento en el cual disminuiremos el aporte del grupo en la medida en que la empresa pueda autosostenerse.

¿Seguirán la ruta del Grupo Gloria de comprar otros ingenios?
Queremos consolidarnos en las dos y con un aliado por lo menos en una.

¿Cómo va el proyecto de etanol que tenía Pomalca con la brasileña Deidini?
Primero debemos sembrar todos los campos de caña, pues eso nos servirá tanto para la producción de etanol como de azúcar. Antes de invertir en etanol esperamos que se defina la composición final del accionariado, y aún nos falta sembrar 3,000 hectáreas en Pomalca para llegar a 10,000 hectáreas. El objetivo es que tanto Tumán como Pomalca abastezcan la planta de etanol.

¿Qué podría pasar con las dos azucareras si no se renueva la Ley de Protección Patrimonial?
No hemos podido resolver todos los problemas de Pomalca aún. Estamos pidiendo que se nos permita sembrar todos los campos para luego empezar a cumplir con nuestras obligaciones. Necesitamos uno o dos años más como máximo. De esa manera lo hicieron Laredo, Cartavio y San Jacinto en su momento.

¿Han pensado en otros negocios, como hizo Empresa Agroindustrial Cayaltí?
Nos gustaría entrar a la crianza de ganado ovino y vacuno, ya que tenemos las tierras en Pomalca y la caña para su alimentación. En principio, el proyecto lo haremos nosotros, pero si encontramos un posible socio, lo evaluaremos.

Por otro lado, en este momento estamos generando energía para nuestros pozos y seguramente llegaremos a vender energía al sistema interconectado, pero eso será a finales del 2009 o en el 2010.

¿Qué tal les va en la agroexportación?
En Pomalca tenemos cultivos de páprika, pimiento piquillo, cebolla blanca y alcachofa en 500 hectáreas y queremos llegar a 1,000 hectáreas para poner una planta de procesamiento. Al respecto, tenemos una conversación avanzada con Procesadora. Otra opción es hacerlo directamente. Además, tenemos una propuesta de financiamiento para el negocio de agroexportación de parte de un fondo de inversión. La agroexportación representará un 18% o 20% de la facturación total. Actualmente estamos en un proceso de cultivo de 624 hectáreas de maíz y hemos hecho pruebas con algodón. Tenemos interés en frutales, pero a largo plazo.

¿Y cómo se viene desempeñando su negocio de supermercados?
Tenemos cuatro tiendas y este año se inaugurará otra más en Cusco. En Abancay también pensamos abrir otra tienda hacia finales de año o en el primer trimestre del 2009. Nuestro objetivo es crecer en la zona sur en localidades como Juliaca y Tacna.

Esta expansión coincidirá con el de las cadenas limeñas…

El año pasado estuvieron interesadas en comprar nuestro negocio de supermercados, como hicieron con Merpisa, de Trujillo, o con Centro, de Chiclayo, pero no estábamos preparados para vender. En el Cusco ya hemos ganado clientes y prestigio, y estamos resistiendo a la competencia. No descartamos una posible venta, pero por ahora queremos crecer por cuenta propia.